Todo comenzó en 1977 en París, cuando Jean-Luc Bret abrió su primera tienda en el Passage du Havre. El concepto enamoró inmediatamente a los parisinos con sus cruasanes calientes recién horneados durante todo el día. Este año marcó el inicio de una aventura que transformaría una simple panadería en un imperio gastronómico internacional.
 
La Croissanterie construyó su reputación mediante innovaciones sucesivas. Desde 1978 revolucionó el mercado con su cruasán de jamón, seguido en 1980 por el famoso pain au chocolat de doble barra. Los años 90 vieron la introducción de los primeros menús completos, mientras que los años 2000 marcaron un giro hacia ingredientes más naturales y una expansión europea.
 
Hoy, con sus 45 años de experiencia y múltiples premios, el grupo francés contempla escribir un nuevo capítulo de su historia en América Latina. Esta expansión continúa su estrategia internacional iniciada en los años 80, pero con un enfoque renovado adaptado a las particularidades regionales.
 
La elección de América Latina no es casual. La región comparte similitudes culturales con Europa en la importancia de las pausas para café y pastelería, mientras ofrece oportunidades de crecimiento en el sector de comida rápida premium. La Croissanterie aplicará allí las lecciones de sus expansiones previas, combinando savoir-faire francés con adaptaciones locales.
 
Esta nueva etapa podría redefinir la identidad misma de la marca, como ocurrió en sus transformaciones anteriores. Desde "Le Goût du Naturel" hasta "Happy Sandwicherie", La Croissanterie siempre supo evolucionar sin perder su esencia. Su aventura latinoamericana se perfila como el próximo hito de este éxito de origen francés.